El mármol, con su elegancia inmutable y sus patrones únicos, es el contrapunto perfecto al calor de la madera. Se convierte en una obra de arte natural, añadiendo un toque de sofisticación, frescura y distinción. Ya sea en encimeras de cocina, baños de ensueño o detalles escultóricos, el mármol eleva el diseño a un nivel de lujo discreto y perdurable.
Estudio de arquitectura : Maria Aucejo